Absurdamente lejos

y de repente me siento más lejos de la gente que nunca
no puedo decir
puedo hablar
pero no puedo decirme
y la única forma de decirme es acá

sentir que la única forma de comunicarme es la poesía
me limita

todavía no puedo llorar

creo que me agota tanto el malestar ajeno que para cuando llega mi turno no quiero saber nada más
me resulta tan difícil y tan largo de explicar
vuelvo a esa sensación de cuando era chica, que en realidad creo que nunca se fue, de sentir que nadie tiene ganas de escucharme, de sentir que, si hablo, hablo mucho y la gente se aburre

estoy tan cansada que me quedaría con las manos tendidas
rendidas
sobre el teclado esperando nada
o esperando a tener tiempo para pintarme las uñas

las manos rendidas
la boca rendida
la lengua rendida
y de la cabeza mejor no hablar
como de tantas cosas y como siempre
mejor no hablar

de repente todo es absurdo
todo
y es todo
es absurdo.
Que la sonrisa se te muestre en los ojos
esa es la felicidad.