Me acerqué al mar
miré la luna
su reflejo sobre las olas que venías a estallar a mis pies
pensé en pedirle un deseo
llevé mis manos a mi boca
como en un rezo
me entregué a la contemplación
y no me fue posible pedir nada
esa imagen
esa noche
el viento revitalizante
mis amigas jugando con las olas
todas re puestas

era la concretización y la potencia
de todos mis deseos impensados.