No se si el objetivo es levantarme el ánimo a mi misma o a vos, o a ustedes. Tengo la fantasía de que esta carta se convierta en una especie de texto de autoayuda, que sea una de esas cosas que lees o escuchas para sentirte mejor.
El ejercicio que yo siempre recomiendo y que he aprendido de mi madre después de muchos años de dolor, de crisis, de miedos, de llanto y de soledades es el siguente:
1- llorá, gritá, puteá, golpeá, rompé, arrepentite, odiate y odia
2- calmate, una vez que ya no te queden más lágrimas, calmate
3- mirá para atrás, hacé un recorrido por tu historia, observá. Recordá cada una de tus crisis, cada uno de tus reproches, cada uno de tus fracasos. Y después recordá como lograste superarlos, como lograste enfrentarlos, quiénes te acompañaron, cómo, cuándo y porqué. Se lo más objetivo posible. Pasó esto y lo resolví, paso esto otro y seguí...
4- sé consciente de dónde estás parado ahora, de lo que lograste. Pensá en la crisis anterior y date cuenta de que pensaste exactamente lo mismo y pero eso no pasó porque sino no estarías en donde estás.
5- reíte de vos, reíte de que siempre haces lo mismo, siempre caés pensando que es el fin del mundo, que de esta no salís, que ya está, que estás cansado, y te repetís "no doy más". Te digo que te rías, ¡ahora! dale dale ya está.
Y si puedo decirte todo esto es porque a mi también me pasa. Y si tengo la necesidad de escribirte esto es porque yo sé lo gratificante que es darse cuenta de que no estamos solos.
Vas a poder. Dale. Vas a poder.
Te espero, porque vamos a poder.
Quiero mirarte
quiero que rápidamente me recorran ganas de agarrarte
quiero que nos entendamos con una mirada
y que sin decir nada
me abraces
y sin decir nada
me beses
Quiero que lo primero que salga de tu boca sea tu lengua
quiero que el primer sonido que salga de tu boca sea un gemido
quiero que tu primer movimiento sea una
caricia
quiero que seamos amantes, aunque sea por un rato.
Planteátelo así
como un desafío
un desafío casi ridículo
entre tu cuerpo y vos
ponele un tinte cómico
reíte de tu cuerpo
Plantealo como un enfrentamiento
entre vos y tu cuerpo
a ver quien gana
decile a tu cuerpo "a ver ¿qué tenés para darme?"
enfrentá a tu cuerpo
patotealo
pechealo
el desafío de superar al cuerpo
yo me lo imagino como dos energías
o como dos manos
enfrentadas
que chocan
una para a la otra
o eso intenta
el cuerpo nos quiere parar
el cuerpo nos dice que vallamos a dormir
que nos quedemos en casa
el cuerpo trabaja con el miedo!
el cuerpo es conformista
el cuerpo es egoísta
vamos a enfrentar al cuerpo
vamos a seguir
aunque tengamos que arrastrar nuestro cuerpo
aunque nos duela
el cuerpo nos duele
pero hay una fuerza
adentro
hay otra fuerza
que no va a dejar que nos detengamos
traspasemos los límites del cuerpo!
Empecemos por describir la situación: mañana de lluvia, sentada en la mesa del comedor, mate amargo y rico, texto de Erikson (un forro básicamente) y mi gata Mora que me mira desde la silla. Como el texto realmente es una mierda y mi poder de concentración es muy poco y mi capacidad de distracción es muy grande, me puse a pensar en mi relación con mi gata (estaba mal la piba).
Me acordé de que el otro día un amigo me dijo que yo era un gato o una gata (ojo que no es lo mismo). Y entonces pensé ¿Lxs gatxs (mujeres) tendremos más onda con lxs gatxs (animales)? Una pregunta sumamente polémica en este marco…
Hice un intento de volver al texto pero mi intriga fue más grande, entonces dí rienda suelta a mi reflexión acerca de las mujeres y lxs gatxs.
Se me vinieron varias imágenes de mujeres solas, que viven solas (sin otras personas) pero con gatxs (me parece importante el uso de la x en este contexto porque mi gata es nena y voy a hacer honor a su género).
(Yo no les puedo explicar lo que me estoy riendo con esto)
Bueno, el punto es ¿habrá alguna característica particular que haga que las mujeres que viven solas tengan gatxs? O sea, a mi se me viene mi imagen en un futuro y me veo viviendo sola con un par de gatxs.
¿La soledad y lxs gatxs? Capaz que las mujeres que creemos que no vamos a soportar vivir con nadie, es decir con una pareja, preferimos lxs gatxs… yo comparto mi cama sólo con mi gata. No soporto dormir con otras personas, nunca duermo bien, y tampoco soporto dormir en otras camas.
Pero el punto es ¿por qué gatxs y no perrxs? ¿Seremos más parecidas a lxs gatos? Convengamos que los perros son más simpáticos y sociables. Lxs gatxs somos más ariscxs, solitarixs, independientes, ¿traicionerxs?
Alguien alguna vez me dijo “los gatos son del lugar y los perros son del dueño”… nosotras no tenemos dueño.